Así somos

Nuestra historia

Conjugamos tradición, innovación y tesón desde 1906, año en el que nació Viveros Juan Peixoto, uno de los productores y distribuidores de plantas ornamentales más antiguo de la Península Ibérica que, gracias al trabajo y la dedicación de una familia, se convirtió en un referente de calidad en la venta a viveros y garden center.

 

Llevamos cuatro generaciones perfeccionado las técnicas de cultivo en las siete parcelas que constituyen nuestro vivero, porque amamos estas tierras en las que nacimos y crecimos.

 

De las manos de nuestros ancestros salieron las tierras donde nació y ahora sigue Viveros Juan Peixoto. Nuestras manos conocen mejor que nadie el terreno que conforma Viveros Juan Peixoto y a base de probar e introducir nuevos sistemas de cultivo, nuestros plantas son un ejemplo de belleza y resistencia.

 

Afrontamos cada día como un nuevo reto para mejorar y ofrecer un producto y un servicio de alta calidad. Lo hacemos con perseverancia, trabajo, sin miedo y mucho esfuerzo, como hace más de un siglo lo hizo nuestro abuelo.

Nuestra historia

El Fundador

En el año 1906 nuestro abuelo Juan Peixoto, cambió una prometedora carrera en la Guardia Civil por un sueño que se tornó en profesión: decidió iniciarse en el cultivo de plantas ornamentales. Con su pasión por la naturaleza, y en especial las plantas, consiguió gracias a su esfuerzo y el de su familia, convertirlas en su medio de vida y el de tres generaciones más.

El fundador

Homenaje al primer viverista del Baixo Miño

Su carácter emprendedor y pionero siempre ha despertado admiración entre sus vecinos y vecinas. Tanto es así que, en el año 2013, promovieron un justo y merecido homenaje al que puso en marcha el primer vivero de Galicia. Desde entonces, un busto reconoce su inestimable aportación al sector. 

Homenaje al primer viverista del Baixo Miño

Expectación y reconocimiento en los medios

Viveros Juan Peixoto ha despertado interés desde sus inicios. Una buena muestra de ello, es este artículo publicado en el periódico Diario de Vigo el domingo 28 de septiembre de 1924.

 

Fue el propio director de la publicación, Paz Andrade, quien se acercó a nuestras instalaciones para conocer de primera mano nuestra iniciativa. De aquella agradable charla con el fundador surgió este artículo que, en lenguaje de la época, detalla a la perfección Viveros Juan Peixoto: una empresa familiar, pionera en el Baixo Miño y en Galicia, que ha proliferado gracias a la pasión de todos sus miembros.   

Expectación y reconocimiento en los medios

“GOYAN

El vivero forestal de Peixoto

Es de justicia dedicar unas líneas a la labor realizada por nuestro estimado convecino horticultor Juan Peixoto en el vivero forestal que posee en su residencia de San Lorenzo, recóndito lugar de esta villa.

Hemos oído ponderar en distintas ocasiones el trabajo ímprobo de este amigo, que con una perseverancia ilimitada está consiguiendo hermosear un terreno inculto, dedicado, no hace mucho, a tojal y monte, de escasos y ruines productos maderables.

Para testimoniar esta reputación y con el interés que siempre me despierta la horticultura, acompañado de otro amigo me trasladé uno de estos últimos días a San Lorenzo.

Lo hemos sorprendido con su habitualla de horticultor, y luego de una charla amena y de exponerle el objeto principal de nuestra visita, avanza un paso y lo más galante y cortés nos conduce al interior del vivero.

Nos hallamos al frente una superficie de terreno todo él cultivado maravillosamente; a un extremo, la casita del hortelano con un cercado de aves, y diseminada en la labor que les estaba encomendada, toda la familia de este prócer de la Agricultura.

Al preguntarle por el número de obreros que necesitó y necesita para acometer y proseguir la obra emprendida dice: Por el injerto que notan se le ha dado a esto, sospechan ustedes haya tenido que emplear una brigada. La iniciativa y esclavitud del dicente jamás tuvo necesidad de emplear brigada alguna: No obtuve otra colaboración, es estas faenas, que la de mi también esclava mujer y los hijos, estos a medida que pudieron prestarla, pues son cinco y el mayor tiene 15 años.

Hemos recorrido todo con detenimiento y atención. El amigo Peixoto nos lo iba señalando y clasificando todo. Notamos una variación y calidad en la plantación que nos dejó maravillados y difíciles de enumerar. Allí se aprecia la plantación de unos cuántas miles de vides americanas, frutos de todas clases, albaricoques, melocotones, sandías, perales, manzanos, hortalizas, en gran variedad, y por último una colección de flores naturales que son la admiración de todo visitante.

La impresión recogida no puede ser más favorable para el amigo Peixoto que se impuso y se está imponiendo ardua labor por conseguir que aquello, que antes era inculto, sea en no lejana fecha un vivero famoso, como ya no desmerece en la actualidad.

Muchas de las visitas que por esta villa recibimos tienen por objeto el subir con el mismo auto a San Lorenzo, y apreciar la magnitud de este vivero y adquirir del mismo algún producto.

La labor no puede ser más infatigable para este horticultor y su familia, pero así está reconocido en numerosos puntos de la región gallega y de fuera.

Y aquí termino estas líneas dando mi felicitación a Peixoto y las gracias por las atenciones de que fui objeto”.